Un estudio reciente alerta que, para el año 2030, más de mil millones de adolescentes y jóvenes de entre 10 y 24 años podrían tener problemas de salud evitables si no se actúa de forma inmediata. Las amenazas más importantes abarcan problemas mentales, exceso de peso, infecciones de transmisión sexual, embarazos tempranos y enfermedades vinculadas al cambio climático.
Este estudio, que involucró a jóvenes de 36 países, destaca que los adolescentes representan el 25% de la población mundial y el 9% de la carga global de enfermedades, pero solo reciben el 2,4% de la ayuda internacional destinada a la salud. Los expertos señalan que esta falta de inversión y políticas públicas adecuadas está dejando a una generación expuesta a riesgos crecientes.
Entre los factores que contribuyen a esta crisis se encuentran la escasa financiación, la falta de políticas públicas efectivas, el cambio climático y la digitalización. El informe subraya que los adolescentes actuales son la primera generación que crece en condiciones climáticas más adversas y con una presencia generalizada de tecnologías digitales, lo que ha generado nuevas amenazas para su salud mental y bienestar.
Para el año 2030, se calcula que 464 millones de jóvenes tendrán sobrepeso u obesidad, lo cual significa un incremento de 143 millones desde el año 2015. También se espera que se pierdan 42 millones de años de vida sana debido a problemas mentales, como la depresión y la ansiedad. La “ecoansiedad”, que es el miedo al cambio climático, también está aumentando entre las personas jóvenes.
A pesar de algunos avances, como la reducción del consumo de tabaco y el aumento de la educación, especialmente entre las mujeres, la salud mental y la obesidad han empeorado. En algunos países de África y Asia, la obesidad entre adolescentes se ha multiplicado por ocho en los últimos 30 años.
El informe también destaca que, en las regiones en desarrollo, cerca de 12 millones de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años dan a luz cada año, y al menos 777,000 niñas menores de 15 años también dan a luz anualmente. Las complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto son una de las principales causas de mortalidad entre las jóvenes de 15 a 19 años en todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a aumentar urgentemente la inversión en todo el mundo para afrontar los riesgos cambiantes para la salud de los adolescentes y sus necesidades de salud mental, sexual y reproductiva. El Director General de la OMS ha enfatizado que invertir en servicios y programas de salud para los adolescentes no es solo un imperativo moral, sino una necesidad económica evidente.
En añadidura, se calcula que un conjunto extenso de servicios médicos para jóvenes podría proporcionar un retorno de 9.6 dólares por cada dólar gastado, mientras que destinar recursos a la enseñanza y formación para adolescentes podría resultar en un retorno de 28.6 dólares por cada dólar invertido.
Los especialistas instan a los estados y organismos globales a dar prioridad al bienestar y la salud adolescente, desarrollar políticas públicas eficaces e incrementar el financiamiento para programas que enfrenten estos problemas. Únicamente con un enfoque que involucre a varias generaciones y una acción conjunta se podrá asegurar un porvenir equilibrado, justo y saludable para las generaciones actuales y venideras.